Recordemos que "fanzine" es una publicación periódica, independiente y autogestioada; hecha con pocos recursos y de tiraje limitado, sobre temas culturales.
En nuestro caso, es un trabajo artesanal, hecho a mano, y sólo imprimiremos 120 ejemplares. La idea de los fanzine nació en EEUU, como parte de la cultura alternativa. sumada al concepto del "hágalo usted mismo"
El término "fanzine" fue acuñado en octubre de 1940 por Russ Chauvenet, para distinguir a los "fanzines" de los prozines (Professional magazine) las revistas profesionales. El término viene de Fan=fanático/aficionado y Magazine=revista.
En nuestro caso, es un trabajo artesanal, hecho a mano, y sólo imprimiremos 120 ejemplares. La idea de los fanzine nació en EEUU, como parte de la cultura alternativa. sumada al concepto del "hágalo usted mismo"
El término "fanzine" fue acuñado en octubre de 1940 por Russ Chauvenet, para distinguir a los "fanzines" de los prozines (Professional magazine) las revistas profesionales. El término viene de Fan=fanático/aficionado y Magazine=revista.
"Vivir y morir en $antiago de $hil€" son 26 páginas (24 fotos mas un texto) Tamaño 22x28cms. Papel carta de 75 gramos impresión digital. Edición limitada, de solo 120 ejemplares.
A $ 4.000 más $ 1.600 por el envío certificado en Correos de Chile.
Contacto: hectorphoto@gmail.com
Soy hijo de obrero ferroviario y dueña de casa, ambos analfabetos funcionales y muy conservadores. De niño, los escuchaba repetir: “Siempre hubo ricos y pobre, porque Dios así lo quiere”. Más tarde, fueron pinochetistas, claro. Además, estudié con los curas españoles, y franquistas, del Instituto Claret, en Temuco. Pero, partí a Santiago para entrar en la universidad (año 1967) y me cambió el coco cuando mis compañeros demostraron que en este mundo son posibles los sueños colectivos. Después del golpe de estado, me tocó disfrutar de la solidaridad de la gente que se organizaba contra la dictadura. Pero, en 1980, me tuve que ir. Recién, 24 años después, vine a pasar largas temporadas en Chile y esto era otro país, irreconocible. Por instinto, comencé a fotografiar la calle. No tenía nada que ver con el maravilloso país de los “jaguares de America Latina”. Ese que mostraba la tele. Y el 16 de Noviembre 2013, en una estación del Metro, vi un letrero publicitario de la Universidad Alberto Hurtado. Decía:
EN PBI PER CÁPITA, CHILE ES EL 1º EN AMERICA LATINA
EN FELICIDAD PER CÁPITA, EL 16º.
¿CÓMO ESTAMOS PENSANDO EL DESARROLLO?
CAMBIA EL MUNDO.
Citaba la "Encuesta de Felicidad 2012", del Fondo Monetario Internacional. Guardo una foto de ese anuncio. Al leerlo asumí que llevaba años documentando la violencia del sistema, que produce desigualdad, pobreza, injusticias y falta de oportunidades. Realidad que muchos niegan o no quieren ver. Por esos días comencé a publicar la serie “Vivir y morir en $antiago de $hil€”. Además, los dioses paganos de la fotografía me regalaron la opción de retratar a dos personajes populares: el “Divino Anticristo” y a don Raúl Gutiérrez Gutiérrez, quien predicaba dando saltos, mientras gritaba “Gloria a Dios, gloria al pulento”. Ambos ya murieron, pero están presentes en este fanzine. Y tampoco olvidemos que los valores del modelo neoliberal más la herencia de los años negros generaron el apagón cultural que hoy recorre $hil€. Este es el país de mierda que creamos entre todos o permitimos que nos impusieran, pienso yo. Pero, los estudiantes provocaron un estallido social.
Por otro lado, digamos que la fotografía llegó a mi vida en 1962, cuando apenas tenía 13 años. Entonces, cada foto era una imagen impresa sobre un trozo de papel. Por eso, siempre he creido que una foto no existe hasta verla ampliada sobre un soporte físico tangible, que tenga peso, que suene cuando la agito y que pueda guardar en un ábum o colgar en la pared. Dicho eso, paso a revisar los antecedentes de estos fanzines: En 1970, con 22 añitos, trabajaba como fotógrafo de prensa y me tocó documentar los años de la Unidad Popular. Pero ni siquiera guardé esos negativos, porque jamás entendí que estaba registrando un momento histórico. Tampoco valoraba mi oficio. Total, si las había hecho yo mismo ¿cómo iban a ser fotos importantes? Era tan ingenuo e ignorante que me hacía “auto-chaqueteo”. Esta vez, el mismo 18 de Octubre, por la noche, tuve claro que estábamos viviendo un movimiento trascendental. A los pocos días, supe que una imprenta digital podía ampliar nuestras fotos del estallido social, con calidad y a bajo precio. El 26 de octubre, tres fotograf@s, Karla Riveros, Luis Alberto Díaz y yo, salimos a vender nuestras fotos en la calle. Era una forma de devolver a la gente algo que les pertenecía. Tuvimos una acogida tan positiva que decidí ampliar los tesoros de mi archivo fotográfico. Así, personas que nunca habían pensado comprar fotos “de autor”, se podían llevar a casa ejemplares muy bien impresos, en papel couché de 350 gramos, de 33x48 cms. Y todo por dos lukas (equivalente a 3 dólares). Entonces llegó la pandemia y me encerré en un “pueulo” de la zona central, pero jamás puse el ojo en cuarentena. Seguí fotografiando, sin salir a la calle y pensando en sacar una edición económica, para compartir estas imágenes con la gente. El fanzine era la mejor forma de concretar. Además, podía distribuirlos por correo. Recordemos que “Fanzine” es una publicación periódica, auto gestionada, de bajo presupuesto y tiraje reducido, que trata temas culturales. La idea nació en EEUU, con el concepto del "hágalo usted mismo". Ha sido una herramienta contra cultural y rebelde, donde el autor tiene libertad absoluta. El término "fanzine" fue acuñado en octubre de 1940 por Russ Chauvenet, a partir de fan=fanático y magazine=revista, para distinguirlos de las revistas profesionales, o prozines.
EN PBI PER CÁPITA, CHILE ES EL 1º EN AMERICA LATINA
EN FELICIDAD PER CÁPITA, EL 16º.
¿CÓMO ESTAMOS PENSANDO EL DESARROLLO?
CAMBIA EL MUNDO.
Citaba la "Encuesta de Felicidad 2012", del Fondo Monetario Internacional. Guardo una foto de ese anuncio. Al leerlo asumí que llevaba años documentando la violencia del sistema, que produce desigualdad, pobreza, injusticias y falta de oportunidades. Realidad que muchos niegan o no quieren ver. Por esos días comencé a publicar la serie “Vivir y morir en $antiago de $hil€”. Además, los dioses paganos de la fotografía me regalaron la opción de retratar a dos personajes populares: el “Divino Anticristo” y a don Raúl Gutiérrez Gutiérrez, quien predicaba dando saltos, mientras gritaba “Gloria a Dios, gloria al pulento”. Ambos ya murieron, pero están presentes en este fanzine. Y tampoco olvidemos que los valores del modelo neoliberal más la herencia de los años negros generaron el apagón cultural que hoy recorre $hil€. Este es el país de mierda que creamos entre todos o permitimos que nos impusieran, pienso yo. Pero, los estudiantes provocaron un estallido social.
Por otro lado, digamos que la fotografía llegó a mi vida en 1962, cuando apenas tenía 13 años. Entonces, cada foto era una imagen impresa sobre un trozo de papel. Por eso, siempre he creido que una foto no existe hasta verla ampliada sobre un soporte físico tangible, que tenga peso, que suene cuando la agito y que pueda guardar en un ábum o colgar en la pared. Dicho eso, paso a revisar los antecedentes de estos fanzines: En 1970, con 22 añitos, trabajaba como fotógrafo de prensa y me tocó documentar los años de la Unidad Popular. Pero ni siquiera guardé esos negativos, porque jamás entendí que estaba registrando un momento histórico. Tampoco valoraba mi oficio. Total, si las había hecho yo mismo ¿cómo iban a ser fotos importantes? Era tan ingenuo e ignorante que me hacía “auto-chaqueteo”. Esta vez, el mismo 18 de Octubre, por la noche, tuve claro que estábamos viviendo un movimiento trascendental. A los pocos días, supe que una imprenta digital podía ampliar nuestras fotos del estallido social, con calidad y a bajo precio. El 26 de octubre, tres fotograf@s, Karla Riveros, Luis Alberto Díaz y yo, salimos a vender nuestras fotos en la calle. Era una forma de devolver a la gente algo que les pertenecía. Tuvimos una acogida tan positiva que decidí ampliar los tesoros de mi archivo fotográfico. Así, personas que nunca habían pensado comprar fotos “de autor”, se podían llevar a casa ejemplares muy bien impresos, en papel couché de 350 gramos, de 33x48 cms. Y todo por dos lukas (equivalente a 3 dólares). Entonces llegó la pandemia y me encerré en un “pueulo” de la zona central, pero jamás puse el ojo en cuarentena. Seguí fotografiando, sin salir a la calle y pensando en sacar una edición económica, para compartir estas imágenes con la gente. El fanzine era la mejor forma de concretar. Además, podía distribuirlos por correo. Recordemos que “Fanzine” es una publicación periódica, auto gestionada, de bajo presupuesto y tiraje reducido, que trata temas culturales. La idea nació en EEUU, con el concepto del "hágalo usted mismo". Ha sido una herramienta contra cultural y rebelde, donde el autor tiene libertad absoluta. El término "fanzine" fue acuñado en octubre de 1940 por Russ Chauvenet, a partir de fan=fanático y magazine=revista, para distinguirlos de las revistas profesionales, o prozines.
Desde el principio, dijimos que íbamos a publicar una serie de seis números, entendidos como obra de autor, por eso sólo sacamos 120 ejemplares, cada uno firmado y numerado. Primero fue “Poética del encierro”, el segundo es “Puelche”. Este es el tercer número y sale en pleno mes de la fotografía. Toda la colección fue concebida, editada, diseñada, impresa y distribuida en cuarentena.
Para esta aventura, editorial y pandémica, hicimos un alianza con Nelson Rodriguez (Nelson Ekis Ekis en el Feisbú) y me instalé en Quilpué. La idea era trabajar sólo con los elementos que ya estuvieran en su casa. Nelson se hizo cargo de la producción y comenzó a sacar el jugo de su impresora, una Epson L475. Quienes tengan nuestra serie, completa, pueden ver cómo ha ido mejorando su trabajo de imprentero. Para ambos, esta instancia ha sido de aprendizaje, puro y duro.
Héctor González de Cunco
Edición de 120 ejemplares
Ejemplar número:
Ejemplar número:
En los Talleres de Editorial Pompeyana, Quilpué, 8 de Agosto del 2020
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| Correos ya entregó sus ejemplares a Catherine Acuña Troncoso, en Lampa |
El periodista Jorge López recibió su ejemplar en Ñuñoa, Santiago.
